El itinerario de este artículo titulado “El engaño de Gerión“, incluye algunas circunstancias más o menos insólitas que acostumbro a guardar en la maleta de tal manera de tenerlas a mano por si acaso, para cuando deseo asustar a mis lectores saliéndome del costumbrismo de las historias de consulta.
Así, algunas reflexiones sobre un asunto tan disparatado como el fenómeno OVNI acoplado a las tristemente célebres noticias falsas (fake news), desembocarán en la conexión que guarda el jefe del Infierno con su empleado Gerión a poco tiempo de su excursión por el territorio zodiacal de Acuario.
El poder de la radio
Hace unos cien años aproximadamente, la radio comenzaba a destacar como el medio preferido de comunicación frente a la prensa y existió un cambio de velocidad notable en la frecuencia de distribución de las noticias.
Hasta ese momento y en algunos casos, se conseguía imprimir para el público dos emisiones de novedades en un mismo día, de tal manera que uno podía hacerse con un ejemplar del diario a la mañana y otro al final de la tarde.
La radio revolucionó esto y dio origen a un modelo de transmisión de información digamos, en tiempo real.
A su vez, en lugar de leer, nuestra capacidad de escuchar saltó al primer lugar y la fuente de información tenía que forzosamente ser compartida entre ambos sentidos.
Poco antes de la Segunda Guerra Mundial este fenómeno estaba asentado en Occidente y para octubre de 1938 La noche de Halloween fue el pretexto perfecto para un programa radiofónico basado en la novela de Herbert George Wells La guerra de los mundos, de 1898.
La narración del actor y futuro director de cine Orson Welles desdibujó la fina línea que a veces se encuentra en los medios entre realidad y ficción.
https://www.nationalgeographic.es/historia/2019/10/la-guerra-de-los-mundos-el-mito-de-la-emision-de-radio-que-desencadeno-el-panico
Me gusta creer que adivino el pensamiento del lector, tratando de entender qué conexión tiene ese evento con un artículo sobre Astrología.
Bueno; para octubre de 1938, Plutón acaba de iniciar su paso por Leo, es decir a poco menos de ciento ochenta grados de donde se encuentra hoy, mientras que Urano repetía su presencia promediando Tauro.
Con esta referencia concreta, volvamos nuestros pasos hacia el centro del relato de Wells:
Señoras y señores, les presentamos el último boletín de Intercontinental Radio News”, daba comienzo el noticiario. “Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45 P.M. y las 9:20 P.M.
“…esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado… ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien… o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos… ¿Son ojos? Puede que sean una cara…”
Bien.
Dejemos de lado el guion interpretado magníficamente por nuestro relator radial y pasemos a algunos efectos sociológicos:
Handley Cantril dirigió un estudio de la Universidad de Princeton en el que asegura que 1,7 millones de estadounidenses creyeron en la llegada de los extraterrestres al planeta, mientras que 1,2 millones de personas sí se asustaron.
¿Qué tal?
Este episodio contribuyó al origen de dos elementos.
En primer lugar, las noticias falsas en su versión moderna.
En segundo término, un nuevo avance sobre la posibilidad de la vida extraterrestre y sus visitantes. Durante el siglo pasado y gracias al programa de Wells, a los tripulantes los terminamos conociendo como “marcianos”.
Para el primer punto me podría detener en las calumnias emitidas en Roma unos 30 años antes de Cristo por Augusto en contra de Marco Antonio, cuando lo tildó de “…alcohólico, mujeriego y marioneta de la reina egipcia Cleopatra VII…”, pero nos queda aún un largo viaje, así que prefiero dejarle la referencia de todo el asunto por si le interesa en este enlace externo.
En efecto, el asunto de las “fake news” si se mira desde la perspectiva astrológica debería remitir debido a la muralla que el jefe del Infierno (Plutón), construye en Acuario; pero lo extenso de este tema merece de por sí un artículo aparte.
Para el segundo punto, es decir nuestros visitantes extraterrestres en sus platillos voladores y su vector, necesitaremos aquí unos párrafos aparte.
El fenómeno OVNI
Confieso que el tema de los extraterrestres nunca llamó mucho mi atención.
Le diría que casi el asunto me resultó rayano en la total indiferencia debido a que en la mayoría de los casos las pruebas son endebles, mínimas, controversiales y en algunos casos ridículas (me guardaré aquí de hacer referencia a personas que aseguran viajar a Ganímedes, en fin).
Por el contrario, otro tema como el origen revelado de la Astrología despertó mi interés desde muy temprano, así que esta hipótesis la dejaremos para más adelante.
Volviendo a nuestros “aliens” y luego de unas ocho décadas de documentación acerca del fenómeno, todo se resume a viajeros espaciales que vienen a nuestro planeta en distintas naves y hacen cosas más o menos curiosas que van desde revisar nuestros cuerpos mediante la abducción o de forma más discreta aparecer en forma de luces que realizan maniobras improbables para nuestro modelo de aeronavegación y luego desaparecen misteriosamente.
Los hemos catalogado bajo la denominación en escala: Encuentros cercanos, que van del tipo 1 al 4.
Es preciso destacar que mientras usted lee esta nota, las tecnologías de la información mejoran cada vez más la capacidad de trazar las trayectorias de cualquier cosa fuera de nuestro planeta con un mínimo error de medición.
Podemos rastrear un asteroide del tamaño de un objeto de menos de diez metros de diámetro mientras se dirige hacia nuestra órbita y entonces digamos que a esta altura todo aquello que se mueve “fuera”, está monitoreado al menos en forma decente.
De los OVNIS más allá de alguna mirada conspiranoica, nada.
Ni un dato en algún radiotelescopio o algo similar más allá de algún ruido aislado no constante.
Aparecen “de la nada” y de esa aparición retornan como si de una ventana que se cierra se tratase.
Cero actividad en el espacio.
A propósito y en ocasión de postular la teoría de la relatividad especial, Albert Einstein cuando se encontró con la paradoja de la velocidad constante de la luz, en un destello de genialidad, sumado a una tonelada de matemática y física razonó:
Pues si la velocidad de la luz es constante; entonces lo relativo es el tiempo.
Los viajes temporales
Avancemos entonces por este sendero improbable.
Para nuestra disciplina Urano representa en forma genérica el tiempo, muchas veces encarnando lo nuevo y lo viejo, o como prefiero siempre citar cada vez que puedo a Lisa Morpurgo desde su inmejorable libro: “Introducción a la Astrología”.
Para esta autora, Urano representa la inserción en el tiempo.
Le propongo al lector hacer una especie de reduccionismo al estilo de Einstein:
El reino de Urano, es Acuario.
El reino del Sol, es Leo.
Pues si entonces el reino del Sol es el espacio; su opuesto será el tiempo.
Plutón en su último ingreso a Leo despertó en nuestra Astrología Precesional la importancia de las partículas físicas que comenzaron a ser estudiadas mediante diversas técnicas de laboratorio.
Paralelamente la teoría de los OVNIS describió estos objetos como naves espaciales.
¿Será que Plutón ahora en la comarca uraniana propone que prestaremos nuestra atención a las naves temporales?
Le advierto al lector que esto se pone peor, de tal manera que para acompañarme en este desvarío citaré en mi auxilio a Michael P. Masters.
En uno de sus libros titulado: “The Extratempestrial Model” razona otra vez de forma reduccionista con una profusa documentación acerca del fenómeno OVNI y al objeto de este artículo termina diciendo:
Los aliens son nuestros descendientes humanos provenientes del futuro que vuelven a visitarnos y estudiarnos para conocer más acerca de su evolución en el pasado…
https://www.amazon.com/Extratempestrial-Model-Michael-Masters-ebook/dp/B0B25RTB5V
Igual que sucede con la mejor Astrología en mi humilde juicio, las respuestas simples usualmente son las acertadas.
Durante la estancia de Plutón en Acuario, al menos por lo que dure Urano en Tauro, sumaremos más elementos para reclinarnos sobre la hipótesis que el fenómeno OVNI proviene de traslados sobre la variable del tiempo, al contrario del traslado en el espacio, postulado por el emplazamiento de Leo.
Si el lector por un momento piensa en el avance tecnológico multiplicado de las últimas décadas, el tema se vuelve peligrosamente verosímil.
Un apocalipsis cíclico
Por estos meses Gordon Hankook, consiguió finalmente que su hijo que trabaja en la producción de contenido de la plataforma Netflix, pusiera para nuestro deleite sus ideas en forma de serie y ya tenemos completa la primera temporada de cuatro capítulos.
Sus razonamientos han recibido numerosos ataques de la academia desde hace unos veinte años, pero lejos de defenestrarlo, han logrado captar la atención pública.
La serie se titula: Apocalipsis Ancestral y le dejo el trailer aquí:
Seguramente esta serie le será mucho más divertida que el oscuro modelo de Charles Hapgood quién publicó su primera teoría en un libro denominado: “Earth Shifting Crust”, salvo por el caso que el señor Hapgood contaba con una formación académica tradicional mucho más rigurosa que la de Hankook y además su trabajo fue prologado por Albert Einstein.
Otra vez el reduccionismo aparece en la idea de Hapgood.
Los continentes en la corteza terrestre se desplazaron y en un tiempo la Antártida ocupó un espacio más cercano al ecuador terrestre que lo que sucede hoy en día.
Aplicando el mismo método, este desplazamiento antártico puede haber sucedido en un pasado muy lejano o lo que es peor; que esto suceda en forma cíclica.
Para resumir este parte de la historia diremos que o bien todo sucedió en un pasado lejano en donde nuestra civilización estuvo mucho más avanzada y algunos mensajeros alcanzaron nuestro tiempo como quiere la teoría de los annedotos o si seguimos los contornos peligrosos de Hapgood que murió por desgracia en un accidente poco antes de publicar su teoría refinada de los ciclos de desplazamiento; esto no solamente sucedió antes sino que lo hará en un futuro lejano.
El engaño de Gerión
Viajemos ahora con Dante en la Divina Comedia en su navegación por el averno.
El autor utilizará a Gerión en el canto XVII. Subido a la espalda de esta bestia con rostro humano, desciende al penúltimo círculo del infierno denominado:
El Fraude.
Gerión es la imagen del fraude: como éste, es omnipotente y llena el mundo con su hedor; hombre y serpiente al mismo tiempo, «el rostro es el principio de su cuerpo, el busto la mitad, y la cola el final. El fraude empieza inspirando confianza (‘rostro de hombre justo’); a continuación, urde sus engaños (‘busto de astuta serpiente’); y, finalmente, asesta el golpe fatal (‘cola aguda’). Por lo tanto, esta figura presenta casi una historia visible de los orígenes, prosecución y término del Fraude
Aristóteles, Meteorologica 2. 3 359a 26 ff (ed. Ross trans. Webster) (Greek philosophy C4th BC)
Vea usted el vehículo que usa el Dante para navegar ese círculo de forma segura.
Y justo ahora que el diablo muda su casa a Acuario con el paso de Plutón, todas las noticias que dábamos por ciertas, tienen su lado falso.
Estaremos seguramente más aturdidos que de costumbre por los problemas del tiempo.
A propósito ya el telescopio James Webb a comienzos de este año, está rompiendo nuestras certezas astronómicas y esto parece no tener fin y es demasiada información para tratar de tomarla de un sorbo:
Es una forma completamente nueva de explorar el universo, que marca el comienzo de una nueva era, dice la astrónoma Michelle Thaller.
Pero también es una mirada al pasado, pues algunas de las nuevas fotos en realidad son una imagen de lo que ocurría hace millones de años atrás, explica el administrador de la NASA, Bill Nelson.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-62140696
Nada es lo que parece.
Conclusión
En suma, es todo un engaño.
La Astrología funciona pero no sé porqué.
Se resiste como “El fantasma en la máquina” del que hablaba Arthur Koestler hace más de cincuenta años.
No soporta una teorización de su vector físico adecuado, pero olímpicamente funciona cada vez que le doy arranque.
Muchos practicantes tienen la alegría de no complicarse en vectores teóricos buscando la ley que gobierne todo este asunto y van por ahí derramando teorías espirituales a diestra y siniestra o hablando de sincronicidad de forma ligera.
Yo no tengo esa suerte y estoy enredado en todas las patrañas que no terminan de tomar sentido.
Cuando encuentro algún vestigio en los diagramas de Feynman, mis certezas se escabullen igual que el gato de Schrödinger.
Ahora lo último que me falta, es que en tiempos de Plutón en Acuario, descubramos que los OVNIS son naves que viajan en el tiempo, no en el espacio.
Es probable que sean vehículos rentados por las agencias de viaje del futuro que ofrecen un paquete turístico (¿incluimos alojamiento?) para conocer a sus ancestros y disfrutar de la experiencia de lo que alguna vez fue el planeta.
¿No será que cuando aparecieron supuestamente durante el alunizaje del Apolo 11 por ejemplo, lo hicieron porque el tour incluía fechas trascendentes de la historia humana?
Yo no me perdería el espectáculo, aunque tal vez Buzz Aldrin se haya asustado; pobre.
Nos deben observar curiosos; mientras nosotros como bestias -que somos-, pensamos que son los marcianos atacándonos.
Si somos más crédulos, seguramente pensemos que vienen a dejarnos un mensaje divino para que seamos una gran hermandad y nos alertan por simple generosidad, ¿no le parece?
…
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*De Acme Telephoto – The Gastonia Daily Gazette (North Carolina), November 3, 1938 (page 8), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=57183873
**By Alain Basset – Museum of Fine Arts of Lyon, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=39194930
