Vamos a transcribir un fragmento de libro “Defensa e ilustración de la Astrología” de André Barbault.
El capítulo XI, contiene un apartado que se denomina: “Un buen consejo” así que; leamos con atención:
Entre tanto, la única manera de desarmar al charlatán es no dirigirse a ningún astrólogo que haga publicidad.
En efecto, estos señores … no pueden vivir sin un reclutamiento continuo, ya que el cliente, insatisfecho, no suele volver por segunda vez; es preciso pues, hacer apelación continuamente “al pueblo”: el charlatán sólo vive por la publicidad.
En contraposición el astrólogo serio tiene el pudor de no querer exhibir su nombre en las columnas de los periódicos (¿en las redes sociales?) al lado de personas sospechosas, y es para él un pundonor el ganar su clientela sin publicidad … el cliente satisfecho habla a todo el mundo de su astrólogo y le envía nuevos clientes.
Interesante, ¿verdad?
Puede conocer aquí a otro astrólogo de profusa actividad en Uruguay durante el siglo XX que, sin embargo; se mantuvo pudorosamente alejado de los medios.
Muy lucida esta lectura. Siempre provocador, Álvaro! Saludos desde Canadá.
Una consultante de hace muchos años vino con su hermano menor a quien quería orientar para decidir que estudiar con la colaboración de la astrología. El hermano me pregunta: ¿Si sabés tanto por qué no sos famosa? La misma consultante le contestó: “Ella trabaja en aprender, no en ser famosa”. Lo mas lindo que me dijeron nunca.